Friday, December 10, 2004

Dovima R.I.P.

Dovima ha muerto. Estoy desolado. Menos mal que superé mi etapa decadente –a los tres años– y no le incrusté piedras preciosas en la concha como Des Esseintes, porque si no ahora, en lugar de inhumar su cadáver, tendría que empeñarlo (lo que me parece de muy mal gusto). Mamá dice que tampoco es para tanto, pero me temo que mamá tiene la sensibilidad en la brenca.

Si alguien conoce a algún arquitecto de cenotafios para tortugas, por favor, que me lo haga saber. Había pensado en un sencillo obelisco, pero no. Dovima se merece una tumba digna de Mausolo. Por algo era el miembro favorito de mi familia.

¿Quién copulará ahora con las patas del sofá? Mmmm, me temo que, a este paso, mi padre.

1 Comments:

Blogger it said...

Hombre, D.X!!! Lo que me alegra verle por aquí. Y créame que pensaba sugerirle que viniera, desde su "Desayuno con pedantes", a presentarle a Alfred al Baby.

(Empiece Ud. desde el principio del blog, hágame caso, que tiene diversión asegurada)

Saf ;-))

P.D. Mi tortuga Teodora -de fausto recuerdo- se suicidó desde un cuarto piso, tirándose de un balcón de la calle Barquillo ¡Y bien que lo siento... que nunca se vio una cazadora de cucarachas a rececho con tal arte! sniff. Va un responso por su Dovima (y mañana encargo 3 misas, faltaba más!)

December 10, 2004 at 1:20 PM  

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