Wednesday, February 23, 2005

En Praga (I)

Os preguntaréis por qué no he escrito durante todo este tiempo. Quien no se lo pregunte, que abandone inmediatamente esta página y se haga el hara-kiri porque demuestra tener tanta sensibilidad como una pantalla de pergamino troquelada. No estoy aquí, dejándome la piel a tiras –en la mayor parte de las ocasiones, en sentido literal– para que a vosotros mi ausencia os resulte tan indiferente como la de Ángel Garó –santísimo Dios, ¿qué fue de Ángel Garó? ¿En qué clase de tugurio habrá acabado sus días… y sus noches?–. Perras, que sois todos una perras…

En fin, el caso es que aquí estoy de nuevo, tras haber vivido Experiencias Sobrenaturales verdaderamente insólitas, cortesía de mi tía Zita y, sobre todo, del Niño Jesús de Praga, que ha resultado ser todo un hallazgo (junto a San Juan Nepomuceno, que tiene fama de discreto, pero en cuanto le invitas a un par de jarras de vino caliente lo larga todo con todo lujo de pelos y señales, muchos pelos y muchas señales).

Y es que mi tía Zita tuvo la semana pasada una revelación. La mujer, que desde la trifulca en el hospital con mi madre anda de la cabeza un poco como siempre-pero peor, tuvo una revelación:

–Una epifanía, hijo, una epifanía. Se me apareció Dios en persona, mismamente como te veo ahora. Igualito. Bueno, igual, lo que se dice igual, no. Porque tengo que decirte una cosa, pero sólo a ti. No confesaría esto en voz alta ni bajo tortura, pero por ser tú… Dios bebe. Son muchos años tratando con tu madre como para no reconocer ese aliento al primer golpe de halitosis. Tenlo muy presente cuando veas a tu madre desplomada sobre la mesa de la cocina. Dios nos creó a su imagen y semejanza. Puede que tu madre le dé al pirriaque, pero si vieses a Dios dando tumbos…

Me quedé de estuco. Escuchar esa revelación de labios de mi tía Zita me dejó de una pieza.

–¿Y qué te dijo? ¿Se manifestó en contra de la abstinencia?

–¡Para nada! Eso es lo peor. Además de borracho, Dios es un pelín hipócrita. Hace como que eso no va con él, que Alcohólicos Anónimos son los demás, pero él no. Pues claro, como que es un Alcohólico Conspicuo. Lo sabe todo el mundo.

–Pues yo no tenía ni idea.

–Porque tú estás siempre en babia, hijo mío. Pero te digo que, en la Gloria, es vox populi que Dios le pega a la botella. Y eso no es lo peor…

–Ah, ¿no?

–No. Como se me apareció así, en plan tête-à-tête, en zapatillas, como muy de andar por casa, se le olvidó transmutarse o maquillarse o transfigurarse o como quiera que se diga. El caso es que…

–¿Sí?

–Pues, hijo mío, que resulta que ¡¡¡¡es negro!!!! Con el asco que me dan a mí los negros, que es que no los puedo ver ni en pintura acrílica. Y no es que yo sea racista, bien lo sabe Dios (que por algo es de color… negro), pero siempre he pensado que los negros están muy bien en África o sobre un escenario, porque hay que ver qué ritmo tienen, ¿verdad?, pero gobernando las esferas celestes, dictando las leyes del universo, rigiendo los destinos de los hombres… Pues qué quieres que te diga: no. Negación. N-O. Toda la vida rezando como una loca para ir directa al Paraíso y resulta que voy a acabar como una pilingui en un club de Harlem. Qué quieres que te diga… No es de recibo.

–Claro que no.

A estas alturas, no me cabe la menor duda de que casi la prefería como magra reencarnación de Bárbara de Braganza que como virreina inglesa en las colonias (“los negros, ay, son tan simpáticos… y no tienen malicia. ¿Más té, querida?”).

–¿Y qué vas a hacer, tía?

–Como comprenderás, a estas alturas no voy a renunciar a la fe.

–Pues claro que no…

–Así que voy a ir a consultar al único que, a día de hoy, no me ha decepcionado.

–¿El Papa? Porque no sé si sabes que es Lin…

–No, por Dios. El Niño Jesús de Praga.

–Ah, no sé cómo no había caído antes.

–Siendo de Praga, está claro que no puede ser más blanco. Sus credenciales indoeuropeas están fuera de toda duda.

–Ya, pero si su padre es negro…

–No, no, no. Porque la Inmaculada Concepción es un dogma de fe, y en los dogmas no hay espermatozoide que valga. Su padre será negro como el carbón, pero el Niño Jesús de Praga es blanco como la nieve, como la leche, blanco como el merengue, como las prímulas en primavera. Vamos, más blanco imposible.

–Ah, pues qué bien, ¿no?

–Sobre todo para ti.

–¿Para mí? ¿Y qué tengo yo que ver en todo esto?

–Pareces tonto. ¿No ves que es como tú? El mismo nombre lo dice: Niño Jesús de Praga. ¿Crees tú que va a contarme a mí si su padre es su padre o no? ¿Si es un fraude? ¿O peor aún, un cafre que ha matado a Dios y lo ha suplantado con ayuda de la NASA o los socialistas? No, claro que no. No me va a sacar de dudas. A ti, en cambio, seguro que te lo larga todo. Con eso de que eres un niño como él…

–Mujer, como él, como él…

–No hay más que hablar. Ahora mismo haces la maleta y te vienes conmigo a Praga. ¡Zumbando!

Pues eso. A Praga.

5 Comments:

Blogger Diego said...

Angel Garó volvió a Málaga. Lamentablemente. Bien podría haber vuelto a San Petesburgo, aun cuando no fuera esa la tierra que le vió nacer, pero ¡qué manía con volver a mancillar la tierra en la que nació! ¡Bastante teníamos con Picasso!. El caso es que ha montado una casa de comidas (que él llama restaurante) en el que luce su colección de obras de arte ( pictóricas) y desde la que se queja de la falta de ayudas oficiales para quienes, como él, se dedican a la difusión del arte. Y lo dijo, según el atestado, completamente sobrio.

February 23, 2005 at 7:26 AM  
Blogger Madame X. said...

¡¡¡¡Dios mío!!!! Ángel Garó cerca de unos fogones… La hostelería con nombres, apellidos y cejas (depiladas) debería estar penada por la ley.

February 23, 2005 at 7:33 AM  
Blogger it said...

Pues a mí me hacía gracia...

Saf;-))

February 23, 2005 at 12:20 PM  
Blogger Manuel said...

Pues mucha suerte en tu misión de espía mística en Praga.
¿Ya pensaste en que "outfit" llevarás puesto?

February 24, 2005 at 12:08 PM  
Blogger Madame X. said...

Outfit: Hugo Boss & Purificación García. En principio parece una melange un tanto disparatada. Bueno, pues no lo parece. Lo es. Pero me ha dado muy buenos resultados, honey…

February 25, 2005 at 4:28 AM  

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