¿Yo? Súper a favor del integrismo católico y la pedofilia
Este sábado, La Retorno y yo vamos a manifestarnos en contra de esa aberración llamada MM (Matrimonio Marica). Larre amenaza con ir “casi ofensivamente maquillada”, lo que en su caso sospecho que puede ser un cuadro de Malévich en toda regla –en cada una de las mejillas–; respecto a mí, me ha encontrado “un traje de la primera comunión victoriano sencillamente divino. Te vas a hartar de chupar pollas.”
Porque, claro, una cosa es el integrismo católico (súper a favor) y otra, muy distinta, la pedofilia (más a favor todavía, claro… por la cuenta que me trae).
–Pues me viene fenomenal, porque a mí me daba pereza ir sola –ha terciado mi tía Zita, con gran alharaca de abalorios, medallas y escapularios (por no hablar del crucifijo de lapislázuli de tamaño natural que porta sobre un par de tetas espléndidas)–. Pero, claro, si vais vosotros, mucho mejor. Así me hacéis compañía…
–Además, que puede ser muy divertido cómo os parten la cara –ha añadido mamá, que desde que se colocó los zarcillos nuevos parece un árbol de Navidad poliquístico–. Yo también me apunto.
–Y yo, y yo… –ha saltado papá, como una gata en celo (sé de lo que hablo, porque la vecina de arriba es de ese tipo de mujeres que viven solas con su gato y sacian sus tendencias sádicas con frotando un bastoncillo de los oídos sobre el clítoris de su mascota; “es que me encanta la algalia”, replica la muy cerda cuando la veo por el patio de luces (pocas).
–¿Y tú para qué vas a ir si no ves un pimiento?
–Pues también es verdad.
–Ay, este hombre, lo que le gusta joder la marrana.
–Y que lo digas –ha susurrado mi tía Zita, ajaponesando los ojos y llevándose las manos a la medalla de la Virgen de Regla (oro de 24 kilates: un medallón).
El próximo lunes os contaré porque mañana tengo prueba de vestuario. Y yo, en cuanto tengo a un travesti de rodillas –con un puñado de alfileres en la boca, mmmm–, me conozco y se me va la mano…
Porque, claro, una cosa es el integrismo católico (súper a favor) y otra, muy distinta, la pedofilia (más a favor todavía, claro… por la cuenta que me trae).
–Pues me viene fenomenal, porque a mí me daba pereza ir sola –ha terciado mi tía Zita, con gran alharaca de abalorios, medallas y escapularios (por no hablar del crucifijo de lapislázuli de tamaño natural que porta sobre un par de tetas espléndidas)–. Pero, claro, si vais vosotros, mucho mejor. Así me hacéis compañía…
–Además, que puede ser muy divertido cómo os parten la cara –ha añadido mamá, que desde que se colocó los zarcillos nuevos parece un árbol de Navidad poliquístico–. Yo también me apunto.
–Y yo, y yo… –ha saltado papá, como una gata en celo (sé de lo que hablo, porque la vecina de arriba es de ese tipo de mujeres que viven solas con su gato y sacian sus tendencias sádicas con frotando un bastoncillo de los oídos sobre el clítoris de su mascota; “es que me encanta la algalia”, replica la muy cerda cuando la veo por el patio de luces (pocas).
–¿Y tú para qué vas a ir si no ves un pimiento?
–Pues también es verdad.
–Ay, este hombre, lo que le gusta joder la marrana.
–Y que lo digas –ha susurrado mi tía Zita, ajaponesando los ojos y llevándose las manos a la medalla de la Virgen de Regla (oro de 24 kilates: un medallón).
El próximo lunes os contaré porque mañana tengo prueba de vestuario. Y yo, en cuanto tengo a un travesti de rodillas –con un puñado de alfileres en la boca, mmmm–, me conozco y se me va la mano…
2 Comments:
Superafavor acá también. Solidario soy.
Tal como lo cuentas, don Baby, me parece... irresistible. Me dan ganas de subirme mañana a uno de esos 22 autobuses fletados por el Arzobispado de mi ciudad y sumarme a la comitiva que preparáis. Me parece un hit parade histórico. El viaje en sí mismo ya representaría todo un desafío: cinco horas encerrados en un autocar con sobredosis de mechas y alzacuellos. Es como para... no perdérselo. Y a la vez podríamos ir leyendo la traducción que ha hecho Ángeles Caso de "El buen criollo" de Adolfo Caminha (Brasil, 1867-1897), con homosexualidad, tríos, negritud, marinería, adulterios, etc, por un tubo, todo muy "ad hoc".
La verdad es que vamos de hit en hit. Como sigan convocando manifestaciones en sábados -esta es la tercera en dos semanas- lo van a convertir en otro trabajo más.
¡Ay, señor, cuánta pereza! Menos mal que no pertenezco a la especie humana. Si no, me estaría sacando la piel a tiras en este momento. (Y que luego me convirtieran en un bolso, unos zapatos y un cinturón).
Baby, Larre y familia: sobrevivid, por favor. Tenéis que contárnoslo aquí con pelos y señales.
Un beso enorme.
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